Todas las madres a día de hoy lo hemos hecho. Estás dando de mamar a tu bebé y coges el móvil. Contestas un par de Whatsapps, ya de paso echas un vistazo a Facebook y subes una foto a Instagram. A primera vista esto no es ningún problema. Y no lo es, desde luego, si es algo esporádico o necesario en un momento concreto. Sin embargo, yo me di cuenta de que esto se estaba convirtiendo en una especie de adicción. Cada vez que me sentaba a dar una toma, llevaba conmigo los tres esenciales: agua, babero y móvil.  Así iban pasando los días, las tomas y, si  cuando me paré a pensar, había pasado más tiempo mirando a mi móvil que a mi bebé. Y decidí ponerle fin.

Es cierto que las primeras semanas (y meses) de lactancia exclusiva son agotadoras. Son horas y horas dedicadas a una misma actividad. No sé vosotras, pero a mi me cuesta horrores centrarme sólo en una cosa. Y a esto se le sumaba el cansancio y a veces la soledad. Así que aprovechaba ese momento de relax para conectar con el mundo exterior y ponerme al día, pero de forma incontrolada. Me empecé a preguntar qué sentiría mi bebé en ese momento. O en cómo experimentaría yo esa misma situación si alguien importante para mi estuviera pegado al móvil la mayor parte de las veces que tengo tiempo a solas con esa persona.

Siempre he sido partidaria de olvidar el smartphone cuando estás con tus amigos, familia o pareja. Obviamente, siempre se puede usar si hay necesidad. Pero no concibo estar tomando un café con mi mejor amiga mientras alguna de las dos está cotilleando las redes. Hablando con otras madres, me di cuenta de que nos pasa a la mayoría. Y casi todas queremos que la situación cambie. Voy a decirte qué consejos me han sido útiles para dejar el móvil de lado mientras amamanto a mi bebé. ¡Espero que a ti también te sirvan!

baby and phone

1. Tu bebé no va a ser bebé siempre

Lo habrás notado ya. Miras una foto de hace dos semanas y parece una persona diferente. No sólo el tamaño y el peso han cambiado: sus ojos, su forma de comunicarse, sus sonidos…Tu bebé está en continuo desarrollo. Yo no quiero perderme esos detalles, esas manitas buscando algo que agarrar, esos ojos que lo dicen todo. Mañana no será igual, y el mes que viene ni te cuento. Tu móvil sí que está ahí siempre. Y, por lo menos mi Facebook, no tiene nada tan interesante como este momento, aquí y ahora, irrepetible con mi bebé.

2. Tu bebé necesita interacción

Al principio yo pensaba que mi bebé no se daría cuenta si echaba un vistazillo (que al final era toda la toma) al móvil. »Tan pequeñín, seguro que no se entera» me decía. Desde recién nacidos, los bebés ya enfocan a una distancia de unos 25 cm. ¿Y qué hay a esa distancia normalmente? Tu rostro al tenerle en brazos. Pero si ya has creado el hábito de teta más móvil, te será difícil dejar de ojearlo cuando tu bebé ya empiece a darse cuenta de todo. Lo indiscutible es que los bebés necesitan interactuar para aprender. Cuando das el pecho tu cara está a una distancia perfecta para que él o ella analice todo lo que sucede en ti. Le fascinan tus ojos, tu voz, tu boca… Ese momento es único para afianzar el vinculo y hacer dar el pecho sea algo más que alimentar. En este video, puedes ver cómo reacciona un bebé cuando su madre no responde a sus estímulos.

recien nacido

3. Percibirás las necesidades tu bebé

A veces son gases, otras el flujo de eyección ha sido demasiado intenso y se atraganta. Quizá el agarre no es el óptimo (muy imporante sobre todo los primeros días). A lo mejor hay una postura que en ese momento sería más cómoda para ambos. ¿Cómo darse cuenta de todo esto si no estamos presentes? Al principio, Ollie se quedaba dormido en todas las tomas. Las caras que ponía de resaca post-teta son algo que no olvidaré. Y me alegro de haber prestado atención a esas cosas que no volverán. Facebook y sus »noticias» pueden esperar 🙂

4. Piensa en lo dañinas que son las radiacciones del teléfono

Y no es que lo diga yo, son muchos los estudios que demuestran lo dañinas y peligrosas que son estas radiacciones. Nosotros mismos tenemos que tener precaución y llevar los teléfonos lo más alejados de nuestro cuerpo. Entonces, ¿cómo puede afectar a nuestros bebés que estemos mandando Whatsapp al lado de su cabeza? El tipo de onda que emiten nuestros móviles y tablets es intermitente, y la OMS lo relaciona con daños cerebrales y cancer. Además, afectan a la estructura de DNA del bebé. ¡Se me ponen los pelos!

5. Te vendrá bien desconectar

Desde que soy madre, me paso el día haciendo cosas. Cuando no son es una lavadora, es cocinando, cambiando pañales o escribiendo el blog. Me voy a la cama exhausta y sin haber tenido tiempo en exlusivo para mi. Es verdad que si me organizara mejor, tendría algún hueco libre para no hacer nada. ¿Pero sabes qué? Probablemente llenaría ese espacio con las redes sociales. Y para mi eso no es desconectar totalmente. Al final, me llena mucho más un libro, una serie o dar un paseo tranquilamente. Desde que decidí aparcar el móvil, me siento más serena. Esos minutos que doy el pecho, estoy presente. Me sirven hasta de meditación. ¿A quién no le viene bien un respiro mindfulness a lo largo del día? 😛

Mindfulness

Por último, me gustaría decirte que, si has llegado hasta aquí, es porque estás queriendo hacer un cambio. Borja Vilaseca me ha ayudado mucho a desintoxicarme del móvil y de las redes.  Tu intención es mejorar algo que no te gusta, y eso ya te hace una buena madre. Lo mejor para tu bebé es que tú estés bien. Así que no te machaques mucho si no lo consigues a la primera. Al final, es una costumbre difícil de quitar. Y si necesitas mirar el móvil en casos puntuales mientras das el pecho, no te martirices. Todos somos humanos. El caso es intentar evitar que esto sea una rutina.

¿Tienes algun otro consejo? ¿Te ha pasado lo mismo?